La Hoya es una comarca en el Pre-Pirineo oscense que ofrece unos paisajes dignos de la mejor película de ficción. En cuanto a su patrimonio histórico, La Hoya esconde algunas joyas únicas en un estado de conservación óptimo. Sin lugar a dudas, es un lugar ideal y muy completo para pasar unos días. Ni que decir tiene que su gastronomía es fascinante, así como sus vinos que empiezan a ser reconocidos y premiados internacionalmente.

Cerca de Huesca capital, se encuentra el Salto de Roldán, una curiosa formación con imponentes paredes rocosas modeladas por la erosión. Desde Huesca se accede por la autovía E7 saliendo por Nueno en dirección a Sabayés y nos dirigiremos al pequeño pueblo de Santa Eulalia de la Peña. Antes de llegar, encontraremos el desvío que nos lleva a un pequeño parking en la base de la peña. Los más intrépidos se pueden animar a subir unas sencillas clavijas sin demasiada complicación para llegar a la cima. Las vistas son espléndidas. Aquí nos encontramos en la frontera del Parque Natural de la Sierra de Guara. Pero este parque lo dejaremos para otras entradas de este blog. Este es también un magnífico observatorio de grandes rapaces que emplean sus paredes como posadero o para anidar.

El siguiente punto de nuestra ruta es el pueblo de Bolea donde nos espera la Colegiata de Santa María la Mayor que fue declarada Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional (BIC) en 1983. Su retablo mayor es una obra maestra de comienzos del Renacimiento realizada posiblemente entre 1499 y 1503. Las tallas y la estructura del retablo son obra del maestro flamenco Gil de Brabante. Sin embargo, las pinturas se deben a un pintor anónimo con claras influencias flamencas. Este retablo es el orgullo de los habitantes de Bolea y merece la pena ser visitado.

A continuación nos espera uno de los castillos románicos mejor conservados de Europa como muestra la foto destacada de esta entrada. Fue declarado Monumento Nacional en 1906. El Castillo se construyó en el siglo XI por el rey Sancho III el Mayor de Navarra como baluarte defensivo frente al poder musulmán. Las duras condiciones climáticas de su emplazamiento hacen que sea abandonado y casi olvidado desde el siglo XV, lo que ha contribuido a su magnífico estado de conservación. Es tan bueno su estado de conservación que lo ha convertido en plató cinematográfico de numerosas películas. Este monumento es, sin duda, de obligada visita y por ello adjuntamos el enlace a su página web con los horarios: http://www.castillodeloarre.es/vistas/01.aspx?id=13

Aún no hemos acabado con las sorpresas. Continuamos nuestro camino hacia el fotogénico pueblo de Riglos, un autentico santuario para los escaladores y para los ornitólogos por diferentes motivos. Para el más normal de los mortales, es simplemente imponente. Sus verticales e infinitas paredes rocosas sobre las que descansa el pequeño pueblo de Riglos lo hacen simplemente inolvidable. Estas formaciones rocosas se denominan Mallos. Vale la pena acercase a su base, cerca de la Iglesia del pueblo y ver la cantidad de escaladores que se baten en reto con tan imponentes paredes.
Aconsejamos pernoctar en Riglos o cerca de este pueblo y así poder disfrutar el impresionante atardecer que nos ofrecen sus mallos que adquieren un intenso color rojo durante los últimos minutos del día.


Si pernoctamos aquí, al día siguiente podemos disfrutar de un punto de vista más aéreo, tal y como hacen la importante colonia de rapaces necrófagas que pueblan la zona. Para llegar hasta el Mirador de Riglos nos tenemos que adentrar en una pista forestal, en perfecto estado para cualquier tipo de vehículo que se toma desde el pueblo de Sarsamarcuello en la carretera HU-V-3111. Desde el Mirador veremos buitres, alimoches y con suerte quebrantahuesos que inician su aventura diaria dejándose arrastrar por las corrientes térmicas. Este observatorio ornitológico se caracteriza por ser uno de los lugares empleados por Félix Rodríguez de la Fuente para sus grabaciones de los programas del “Hombre y la Tierra”.

Cuando nos cansemos de ver rapaces, podemos volver a la carretera y dirigirnos hacia los Mallos de Agüero. Aunque no son tan impresionantes como los de Riglos, bien merecen una visita. Además, justo antes de llegar al pueblo de Agüero podemos visitar la iglesia de Santiago, otra joya del románico inconclusa de desconocido escultor pero con una gran riqueza decorativa. Para aquellos interesados, os dejamos este enlace donde se explican las curiosidades constructivas de este monumento que lo hacen tan singular: http://www.romanicoaragones.com/31-Sotonera/990414-AgueroSantiago.htm

Por último, para acabar un completo fin de semana cultural-paisajístico, nos podemos acercar a visitar lo poco que queda del castillo musulmán de Piracés, frente a frente en la lejanía con el castillo cristiano de Loarre. Del castillo casi nada queda, de hecho es conocido como Piedra del Mediodía. Si no tenemos vértigo podemos subir unos cuantos escalones con ayuda de unas cuerdas y tendremos una espléndida vista de todo el valle, motivo por el cuál el castillo fue ubicado aquí.

No olvidéis acercaros a alguno de los artesanos alfareros de la zona, por ejemplo en Bandaliés. Seguro que os mostrará sus instalaciones y con un poco de suerte lo encontrareis trabajando la arcilla.
En el siguiente enlace encontrareis todos los lugares nombrados en esta ruta. No dudéis en contactarnos si necesitáis más indicaciones: https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zTou7aOEKCRA.kyePSeg-S_2E
Esperamos que os guste esta ruta, que os sean útiles las indicaciones y que disfrutéis esta propuesta. Vuestros comentarios serán bienvenidos.
Una pasada la foto del Buitre y del castillo, le entran a uno las ganas de acercarse. Muy buen trabajo.
Saludetes!
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Gracias Dani, acércate, no te arrepentirás, te lo garantizamos. Además, es una zona poco masificada y da gusto perderse por ahí
Saludos
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Magnífico resumen de una de las comarcas más espectaculares de Aragón y de España. Pero aún hay más: el castillo de Montearagón; los deportes acuáticos en el embalse de la Sotonera; los deportes de aventura en el río Gállego; y la propia capital oscense, que tiene un puñado de atractivos de primer nivel que hacen que bien merezca dedicarle unas horas.
Enhorabuena por el artículo y las impresionantes fotos.
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Hola Javier,
No puedo estar más de acuerdo, La Hoya de Huesca se debería llamar La Joya de Huesca… Nuestra intención es proponer un fin de semana y, esta claro, que la Hoya da para mucho más que un fin de semana, pero eso lo dejamos para otras entradas….
Muchas gracias por tus palabras
Saludos
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