¡Nuestra querida Costa Brava! ¡Cómo nos encanta perdernos por ella fuera de temporada alta! Sí, ya sabemos que la mayoría de gente prefiere visitarla en Julio y Agosto y no negamos que valga la pena. Pero si queremos conocer su esencia y admirar su belleza en las mejores condiciones, no hay nada como visitarla fuera de temporada. A nosotros nos encanta especialmente en invierno y primavera. Es otro mundo y puedes estar completamente sólo en algunas de las calas más famosas y bellas.

No negamos que esta zona está excesivamente urbanizada para nuestro gusto, pero aún así, hay rincones preciosos, En esta entrada queremos centrarnos en el pueblo de Begur y las calas que lo rodean.

Begur es un pueblo encantador que, en realidad, no tiene costa directamente. Hay que desplazarse 3-4 kilómetros para poder llegar a sus calas. Estamos situados en el corazón de la Costa Brava, en una de las zonas donde la Costa Brava se muestra en todo su esplendor con algunas de las calas más bellas.

La silueta de Begur es una de las imágenes más características y conocidas de la Costa Brava. En lo alto de una colina se encuentra las ruinas del castillo medieval y bajo el castillo se encuentran numerosas casas de indianos de estilo colonial construidas por habitantes de Begur que, en el siglo XIX, se vieron forzados a emigrar a “las Américas» debido a la crisis del sector coralino y la plaga de la filoxera que acabó con las viñas y, posteriormente, volvieron con una gran fortuna.

Las torres de defensa del siglo XVI son una clara indicación de la actividad de los piratas en el pasado. La iglesia gótica de Sant Pere es otro edificio singular de esta localidad.

En Begur, encontraremos la base ideal para pernoctar. Hay algunos establecimientos con mucho encanto.

Llega el momento de perdernos por las calas de Begur. Como hemos dicho, algunas de las más fotogénicas se encuentran aquí. Os dejamos este enlace de la oficina de turismo de Begur con un mapa de las diferentes calas: http://www.begur.cat/turisme/esp/platges.php

Para llegar a ellas, no hay pérdida, está todo muy bien indicado. Dejaremos el coche donde acaban las diferentes carreteras y luego nos queda un sencillo paseo hasta las calas para verlas. No olvidad que, en temporada alta, además de que habrá muchos coches, hay que pagar los diferentes parkings. Mejor llegar temprano para asegurar. Fuera de la temporada alta, no hay problema aparcaremos sin problema y gratis.

Nuestra preferida es la Illa Roja que nos ofrece una de las imágenes más emblemáticas y conocidas de la Costa Brava. Se llega desde la playa de Sa Riera dando un paseo de 5 minutos.

Otra de esas calas con un encanto especial es la cala de Sa Tuna, con sus casitas coloreadas en la misma orilla y esas barcas tradicionales en la arena. Verdaderamente una imagen de postal. Muy cerca esta Aiguafreda, ideal para hacer submarinismo desde la misma orilla.

Finalmente, al sur tenemos las calas de Platja Fonda, Fornells y Aiguablava. A la Platja Fonda se llega con un pequeño paseo entre pinos y es una cala bastante tranquila. Aiguablava, más grande y urbanizada pero también con aguas turquesas.

El camino de Ronda une las diferentes calas y es una idea genial para hacer excursiones cortas y muy agradables. Si nos apetece dejar el coche, podemos ir de una a otra cala andando.

Como de costumbre os dejamos un mapa con los puntos indicados en esta entrada: https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zTou7aOEKCRA.kk0S4RWfNoRw

Disfrutadlo!!!